Por Carlos Gómez Montoya
Tercer y último poema del poemario “Recuerdos de una gota de agua de mar”
Recuerdo una vez más
Una vez más,
Recuerdo las gotas de agua del canto original,
Deslizándose en busca del encuentro con las demás.
En la bruma creamos la danza espiral,
Permitiendo que lo que somos bañe nuestra realidad.
¡Qué más cielo que esta vida en tierra de la mar!
Una vez más,
Recuerdo que somos el origen sin inicio y sin final.
Aquello que llamo dolor, aquello que llamas enfermedad,
No es más que el temor de nadar en las aguas de la mar.
Camino, nado, vuelo, creo, Soy.
Por la cascada me lanzo al pozo del amor.
Caminas, nadas, vuelas, creas, Soy.
Por la cascada te lanzas al pozo de la mar.
¿Cuántas veces lo he oído y cuántas veces lo he olvidado?
Una vez más,
Recuerdo que Yo soy Tú y Tú eres Yo.
¿Acaso las gotas no salimos todas del mismo lugar?
En el encuentro celebramos la unidad infinita de la mar.
Si el mundo es fuego, qué temor puede sentir la llama.
Si el absoluto es la tierra, qué temor puede haber en la roca.
Si el aire lo es todo, qué temor puede sentir el viento.
Si la mar es el amor, qué temor puede haber en la gota.
Decido ser quien realmente soy.
Decides ver donde realmente estás.
Decidimos crear lo que verdaderamente es.
Decidimos ser gotas de agua de la mar.
Una vez más,
Recuerdo un tiempo sin medida en el que no existe la separación.
Un espacio sin lugar en el que todo y nada es la creación.
Llamado irrevocable a recordar lo que desde el origen sé.
Abrazarnos como puntadas del tejido de un solo ser.
Una vez más,
Recuerdo todo lo que hay que recordar.
Un solo mar, un solo amor, un solo amar.
Un solo amor, un solo amar, un solo mar.
Un solo amar, un solo mar, un solo amor.
. Foto por: Jenny León Ochoa
Foto de portada por: Johán Mejía Romero
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